Servidor Bueno y Fiel" El reino de los Cielos es también como un hombre que, al salir de viaje, llamó a sus servidores y les confió sus bienes... Después de un largo tiempo, llegó el señor y arregló las cuentas con sus servidores. El que había recibido los cinco talentos se adelantó y le presentó otros cinco. "Señor, le dijo, me has confiado cinco talentos: aquí están los otros cinco que he ganado"."Está bien, servidor bueno y fiel, le dijo su señor, ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor".
Mateo 25,14,19-21
Creo que esta cita del Evangelio es perfecta para empezar con las entradas del Blog de este nuevo año.
Año nuevo...esperanzas, nuevos retos, planes, proyectos, sueños. Todos hemos recibido los buenos deseos para el año nuevo. Hay ciertamente algunas cosas que no dependen de nosotros, pero lo que si depende de nosotros es el descubrir, multiplicar y utilizar nuestros "talentos".
¿Qué es lo que tenemos?
Vivimos tan aprisa que a veces no nos damos cuenta que los dones o talentos recibidoa más que un tesoro para enriquecernos, son para enriquecer a los demás, para hacerlos crecer, para compartirlos. No es fácil, pero la cita Bíblica habla de tres elementos importantes para lograrlo: La frase "Servidor Bueno y Fiel" lo resume.
¿Qué es ser servidores? El hombre es un ser creado para Amar, la felicidad del hombre está en el Amor y el Amor se vive en el servicio. El que quiere ser feliz, debe amar como quien sirve. Ese es el verdadero amor. Jesús mismo lo dijo "no he venido para ser servido, sino para servir" (Mateo 20,28) ¿Somos servidores? ¿O más bien nos servimos del resto? Esto debe hacernos reflexionar como en el mundo muchas veces quienes tienen el poder se sirven de los demás como si fueran fichas en un tablero y no personas, importando más los resultados materiales que el crear un ambiente de trabajo donde se respete de verdad a las personas, recordando que todos tenemos familia, hijos, esposos, y padres que acompañar y atender. ¿Donde está la humanidad? Debemos recordar que la vida es una y que uno debe trabajar para vivir y no vivir para trabajar. Convertir el trabajo en un fin nos quita humanidad. Es alli donde uno termina sirviendose de los demás. Nos escandalizamos por la vida de los jovenes que viven con intensidad sin medir las consecuencias y sin un norte verdadero. Y somos nosotros quienes al trabajar largas horas, a veces innecesariamente, le robamos tiempo a quienes realmente nos necesitan. Aprendamos a ser servidores de los demás desde donde nos toca, siendo justos, respetando el tiempo de quienes dependen de nosotros, preocupándonos un poco más por el otro como persona y no solo por los resultados que nos puedan dar. ¡Cuánta madre y padre que priorizan tanto su trabajo que terminan robándole su tiempo a quienes son los más importantes en su vida!: ¡Sus hijos! Ser servidores implica disponibilidad, implica apertura, implica comprensión y estar con quien más nos necesita. Nuestro trabajo es importante, pero nuestra familia lo es más. Necesitamos el trabajo para poder llevar una vida digna, pero somos reemplazables. Nuestros hijos SI nos necesitan y cada hora que les robamos a ellos por trabajar en exceso (sea por voluntad propia o por un mal sistema) no se recupera NUNCA, somos para ellos irremplazables. "Lo importante es la calidad de tiempo" decimos para justificarnos. Pero es una verdad a medias...el tiempo es también importante y los hijos crecen, el tiempo no se detiene y si uno no está cuando debe estar después puede ser algo tarde...o será un poco más complicado el camino. Ser servidores implica estar donde se nos necesita sin confundir medios con fines. EL trabajo es un medio, no un fin.
Ser Bondadosos. Uno puede servir por obligación y eso le quita parte de la esencia al acto de servir. La bondad que nace del Amor debe ser parte de ese servir. ¿Cuan bondadosos somos con nosotros mismos y con los demás? Empiezo por nosotros mismos porque es importante tratarnos bien, cuidarnos, darnos un tiempo para descansar y sobre todo para cultivar nuestro Espíritu en la oración, los Sacramentos y los Evangelios. Entonces es un poco más fácil ser bondadosos con los demás. Viene a mi mente la pregunta del Joven rico: "Maestro Bueno ¿Qué debo hacer...?"(Mat 19, 16)) y la respuesta de Jesús es clara, el termina la primera parte de su dialogo diciendo "...y amarás a tu prójimo como a ti mismo" para finalizar con una invitación "Ven y sígueme" (Mat 19,19,21). El Joven Rico se creía bueno, como probablemente muchos de nosotros nos consideramos. Pero ¿Somos buenos realmente? ¿Amamos a nuestro prójimo como a nosotros mismos?¿Estaríamos dispuestos a acercarnos más a Jesús y seguirle?. . Para ser bondadosos de verdad tenemos que acercarnos a Jesús y seguirle. Ojala no seamos muchos los que nos alejemos tristes como el Joven Rico.
Ser fieles. A veces decimos que si, y nos acercamos a Jesús, le seguimos por un momento, nos emocionamos, sentimos la ternura y la fuerza de su amor...pero nos dura poco. Nos cuesta ser fieles. El mundo y nuestra comodidad pueden más, no estamos dispuestos a dejar todo lo que nos gusta. Ser fieles es difícil. Pero el mayor engaño es no aceptar que no importa si nos equivocamos, o si caemos... lo importante es levantarnos y volver a intentarlo, acompañados por la oración, por los Sacramentos y por la Palabra. Los Santos llegaron a ser servidores bondadosos y fieles que caminaron de la mano de Jesús, conversando con él en la oración, recibiéndolo en los Sacramentos y escuchándolo en los Evangelios.
Que este año que empieza comprendamos mejor que nuestra felicidad está en utilizar bien los talentos que hemos recibido. Descubrámoslos y hagamos que se multipliquen para poder servir a los que nos rodean, con la Bondad que nace del Amor, y que podamos ser fieles al compromiso al cual el Señor nos invita. Si el nos dio una buena voz, aprendamos a cantar para alegrar a los demás, si nos dio creatividad que se multiplique en obras para cantar a Su grandeza, si nos dio el silencio, que se abra al Espíritu para escuchar mejor a Dios para reflejarlo a los demás. Que entendamos que su Gracia nos puede llenar de Sabiduría para ponerla al servicio de la Verdad y el Amor. Y que nuestra alegría sea pura, clara y contagiante para recordarnos la felicidad que nace del Amor de Dios.
Ojala quienes estén nuestro alrededor se contagien de ese Espíritu, para que al final de nuestras vidas Dios nos diga "Servidor bueno y fiel...entra a participar del gozo de tu Señor".
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