Amar
La felicidad de todo ser humano está en el Amor, en vivir el Amor.
Como escuche alguna vez (y lo he comentado en el Blog) nadie es tan pobre que no pueda dar Amor ni tan rico para no necesitar del Amor.
El gran problema está en lo que definimos como amor. Para unos es la pasión lo más importante, para otros el sentir, para otros la paz, para otros la unión...podrían escribirse tratados sobre lo que los seres humanos pensamos sobre el amor.
Cuando hay Fe es más fácil: Dios es Amor, como nos lo recuerda San Juan en su hermosa primera carta: "El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor" (I Juan 4,8)
Allí está la respuesta, si queremos amar de verdad, debemos buscar conocer a Dios.
Y es en esta última semana de Adviento, en vísperas de la Navidad que debemos acercarnos a entender el nacimiento de Jesús como el más grande regalo que hemos recibido los hombres.
Dios se hace hombre...el verbo se hace carne...el Amor se hace niño para enseñarnos a Amar de verdad.
En ese pequeño niño que nace en Belén, está Dios encarnado, el Amor que se hace uno de nosotros para enseñarnos a Amar. Para conocer a Dios es necesario ser humildes y entender el significado y el misterio que se esconde en el pesebre.
Ayudar, aprender son medios. El fin último es vivir el Amor.
No es nada fácil. Nuestra comodidad, nuestros prejuicios, nuestros apegos, y un mundo que trata de hacernos creer que el amor es algo pasajero, algo que se cambia, algo que se adecua a las circunstancias.
El verdadero amor nunca muere, se nutre de la verdad, y no es que se cambia...nos cambia, nos transforma en mejores personas.
No viene como arte de magia, es un poner nuestra voluntad en sintonía con la voluntad de Dios, es aprender a querer lo que debemos, es un renovar nuestro compromiso a cada instante.
Solo si nos acercamos a Jesús a través de Su palabra, de los Sacramentos y de la Oración podremos aprender a Amar. Vivir la Navidad no es solo querer pasar un momento de unión con la familia, recordando el nacimiento de Jesús, cantando villancicos, compartiendo con los demás.
Eso es importante y especial, pero vivir la Navidad debe ser una oportunidad para renovar nuestro compromiso de Amor a Dios, al recordar el regalo que Él nos ha dado con el nacimiento de su Hijo.
El cántico del Amor del Capitulo 13 de la primera Carta a a Corintios es claro en que es lo que debemos vivir si amamos de verdad: "El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece, no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tiene en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad. El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor no pasará jamás."
¿Amamos de verdad? Sin duda nos falta mucho.
Que esta última semana de Adviento reflexionemos sobre qué nos falta para aprender a Amar y que como regalo al niño de Belén le ofrezcamos acercarnos un poco más a él.
Amar...allí está el regalo que Jesús nos quiere hacer, para que al acercarnos a él aprendamos a Amar.
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