Lo Esencial es invisible a los ojos
En esta entrada continúo con mis comentarios a la última parte del capítulo XXI de "El Principito", uno de los capítulos más hermosos y recordados de este libro. El Principito se va a ver a las rosas, como le recomendó el zorro. Y en sus palabras a las rosas nos damos cuenta de que ya empieza entender: "...en nada se parecen a mi rosa, nadie las ha domesticado ni ustedes han domesticado a nadie...Son muy bellas, pero están vacías y nadie daría la vida por ustedes".
"...nadie daría la vida por ustedes" es una frase que descubro por primera vez en el libro, habiendo leído el Principito decenas de veces. Viene a mi mente otra frase que habla sobre la amistad y el dar la vida: "No hay amor más grande que dar la vida por los amigos"(Juan 15,13). Domesticar no es otra cosa que una imagen para el vínculo más importante, el de la amistad verdadera, donde se da el amor más pleno y uno está dispuesto a sacrificarlo todo.
Si el Principito usa la frase "están vacías", siento que lo hace en el sentido de que las rosas están vacías de amor. Nunca han sido objeto de algo parecido a todo aquello que el Principito hizo por su rosa. "Son muy bellas" porque podrían ser domesticadas (amadas). Además si alguien las ve al lado de la rosa de el Principito no podría darse cuenta de la diferencia, todas serían iguales. Pero eso es ver solo con los ojos como el zorro le recordará en un momento. Es la rosa del Principito la que "se sabe más importante" por todo lo que él ha hecho por ella. ¿Ha habido gente así en nuestras vidas? Espero que si.
El Principito regresa para despedirse del zorro y es allí donde el zorro le regala su secreto, el cual "no puede ser más simple": "Sólo con el corazón se puede ver bien, lo esencial es invisible para los ojos"
"No puede ser más simple" esconde una gran verdad si es que uno no le teme al compromiso y ve con el corazón. Creo que la mayoría de gente que lee el libro intuye y saborea esa verdad, pero al final termina usando los ojos en su vida diaria. Quizás por que tenemos miedo a hacernos la pregunta ¿Qué es lo esencial?
El mismo Principito lo repite para acordarse (y recordárnoslo): "lo esencial es invisible para los ojos". Saint Exupery intenta llegar a nuestro corazón. Lo esencial es aquello que nos hace felices de verdad, lo que nos da paz y alegría, lo que le da un sentido trascendente a nuestra existencia: lo esencial es el amor, el Amor verdadero por supuesto. Y me atrevería como creyente a decir que lo esencial es Dios. Es en Él donde están todas las respuestas, pero respuestas que no se ven ni se entienden si usamos nuestros ojos, se trata de ver con el corazón, se trata de tener Fe. La Fe es creer en lo que no se ve con los ojos. Nace de escuchar en nuestro corazón esa sed de Amor que el hombre lleva dentro. Dios es Amor...aunque nuestros ojos no puedan entender ese misterio.
Alguien me dirá: Pero el Principito no es un libro religioso... ¿Por qué meter a Dios en todo esto?¿Acaso era Saint Exupery un creyente comprometido?
Aprendamos a ver con el corazón y nos daremos cuenta que no puede ser más simple. Para los creyentes Dios nos habla de mil y un maneras a través de su Providencia, y estoy seguro (mirando con mi corazón) que este libro es un libro especial para todo ser humano. "El Espíritu sopla donde quiere"(Juan 3,8) y no dudo que sopló en el corazón de Saint Exupery. Si desean, no le llamen Dios a lo esencial, y aceptemos que en la vida de todo ser humano lo esencial es el Amor. El que uno da y el que uno recibe, ese Amor que nos trasciende, que es regalo, que es donación, que es voluntad que da frutos, que da paz, que lleva en si el misterio de la verdadera felicidad.
Sin duda debemos aprender a mirar con el corazón para ver lo esencial. Pero aun quedan más regalos en este capítulo. El zorro entonces le dice algo hermoso al Principito: "Lo que hace más importante a tu rosa es el tiempo que has perdido con ella". Si miramos con los ojos la palabra "perdido" podría estar fuera de lugar. Miremos con el corazón, lo que hace importante el objeto de nuestro amor es el tiempo que le damos. Y en esa linea de pensamiento seamos críticos de nosotros mismos y preguntémonos ¿Cuánto tiempo le damos a quienes decimos que amamos? ¿Es que acaso nos hemos vuelto seres que vivimos para trabajar como el hombre de negocios que solo contaba estrellas? Lamentablemente el complejo mundo el que vivimos los adultos nos roba lo más valioso...nuestro tiempo. Lo urgente no deja a veces tiempo para lo importante y le robamos instantes a quienes más amamos. Miremos con el corazón y descubramos que si debemos "perder" el tiempo con quienes más amamos. El Principito lo repite de nuevo para recordárnoslo.
Y el zorro nos recuerda que "los hombres han olvidado esta verdad" y diciéndolo al Principito nos lo dice a cada uno de nosotros: "...tú no debes olvidarte. Eres responsable para siempre de aquello que has domesticado".
Con muchas de las personas que han sido importantes en mi vida he compartido esta frase. Incluso les he dicho que aunque nuestros caminos sean distintos, si me necesitan como su amigo, allí estaré acompañandolos. Sea con mi presencia, con mis palabras, con mi silencio, con mis oraciones, con lo que necesite nuestra amistad a pesar del tiempo y la distancia..."uno se hace responsable para siempre de lo ha domesticado".
Este es uno de los capítulos más hermosos del Principito, es un canto al Amor y a la Amistad verdadera. Se trata de llenar la vida de sol, de ser únicos en el mundo y de descubrir qué es lo esencial aprendiendo a ver con el corazón, dándole tiempo a quienes amamos. No seamos como los hombres de quienes habla el zorro, que "han olvidado esta verdad", aprendamos a ver con el corazón para encontrar lo esencial. Lo esencial es invisible a los ojos.
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