Llenar la vida de Sol
(Continuando con el capítulo XXI de "El Principito")
Si en este mundo uno tuviese tantos amigos como piensa, nuestro mundo sería diferente. Estamos acostumbrados a los amigos que nos acompañan, que nos entretienen, que nos hacen pasar buenos momentos, que guardan nuestros secretos. Todo ello es muy valioso y son sin duda buenos amigos quienes comparten ello con nosotros. Pero necesitamos también de los amigos que desean que nos convirtamos en mejores personas, de los que a pesar del silencio y la distancia saben estar cuando les toca, de los amigos que nos cuestionan cuando es necesario, de los que nos dicen esas verdades que no nos gusta escuchar pero que son importantes enfrentar, de los que con cariño y paciencia nos ayudan a ser mejores, a no solo estar bien, sino estar mejor, vivir mejor y caminar hacia nuestra verdadera felicidad. Los que llenan nuestra vida de sol.
No es fácil encontrar amigos asi, y el capítulo XXI de "El Principito" que continuamos hoy comentando nos recuerda y enseña ciertas cosas que a veces no consideramos importantes. "El Principito" es en realidad un libro sobre la amistad y el amor. De un Principito con una rosa, un aviador y con un zorro.
En nuestras vidas sin duda aparecerán rosas, aviadores y zorros. Nos daremos cuenta? Nos habremos dado cuenta de los que ya pasaron?
Para empezar cada uno de nosotros viver en su "propio planeta", y esto lo ilustra el zorro cuando al escuchar hablar al Principito sobre su rosa, se intriga el enterarse que esto no ocurrió en la Tierra sino en otro planeta.
Es interesante ver como el zorro se interesa en ese planeta...hace preguntas y aprende que no hay cazadores (lo cual lo entusiasma mucho pues su vida sería más sencilla), pero al preguntar sobre si hay gallinas se da cuenta de que "nada es perfecto".
Cuantas veces vemos las cosas desde nuestra perspectiva, de nuestra conveniencia, sea por buscar que no hayan problemas (cazadores), o por la necesidad de obtener algo que nos gusta (gallinas). Para el zorro la vida suele ser en realidad "monotona", como el bien dice: "todas las gallinas y todos los hombres son iguales".
Y es alli donde se abre una puerta que surge a partir de ser especial para el otro, el ser "domesticado", el hacer un amigo. Recordemos que el término "domesticar" implica "crear vínculos"; es la metafora que usa Saint Exupery en labios del zorro para hablar de la amistad.
Y las palabras del zorro lo ilustran muy bien:
"Si tu me domesticas mi vida estará llena de sol"
No se cuantas personas de quienes han leído "El Principito" han tomado conciencia de la profundidad y alcances de esta frase.
Podría decirse: Si tengo amor (un verdadero amigo) "mi vida estará llena de sol".
El zorro usa hermosas ideas para ilustrar como cuando hay una relación especial las cosas cambian: ..."conoceré el rumor de unos pasos diferentes a todos los demás"..."me llamarán ...como una música"..."amaré el ruido del viento en el trigo". Llenar la vida de sol es iluminar las cosas de tal manera que es posible ver lo que usualmente no se ve.
No sería maravillosos el que podamos conocer el "rumor de unos pasos diferentes", que esos pasos nos llamen como una música y aprendamos a amar el ruido del viento.
Sin duda nos encantaría ser "domesticados". Y es precisamente eso lo que el zorro le pide al Principito . Me gusta el detalle de que antes de pedirlo el zorro "calló y miro un buen rato al Principito".
En ese silencio y en ese observar hay un mensaje escondido. No podemos pretender ser amigos de todos, conocidos tenemos muchos, amigos circunstanciales y no por ello no son valiosas las relaciones con ellos. Cada encuentro con un ser humano puede ser algo extraordinario y especial. Pero los amigos de verdad son pocos. Uno no anda compartiendo todo lo de uno con todos los demás. En ese silencio (que en realidad debe ser interior) y en ese observar (con el corazón como aprenderemos más adelante), uno va aprendiendo a encontrar a los verdaderos amigos.
El Principito al comienzo no entiende. Acepta que le gustaría ("bien quisiera") domesticar al zorro, pero no tiene "mucho tiempo" porque ha de "buscar amigos y conocer muchas cosas".
Responde así porque él también ve las cosas desde su perspectiva, desde su planeta, desde lo que piensa que es lo correcto para él, desde lo que desea.
Es entonces que el zorro responde regalandonos dos nuevas ideas muy importantes.
La primera que "solo se conocen bien las cosas que se domestican". Alguna vez de adolescente escuché una frase que me impresionó mucho: "Para amar hay que conocer y para conocer hay que amar...nadie ama lo que no conoce, ni puede conocer bien las cosas que no ama". Es circular, pero es real. No puedo amar aquello con lo que no me he conectado o vinculado (a quien no me ha domesticado). No puedo estar más de acuerdo con la frase del zorro, lo que nos dice Saint Exupery es que solo se conocen bien las cosas que se aman.
La segunda idea es la de cómo los hombres no tenemos tiempo de conocer nada, pues "lo compramos todo hecho en las tiendas. Y como no hay tiendas donde se vendan amigos, los hombres ya no tienen amigos".
En una sociedad de consumo, donde las cosas se valoran más lo externo, por lo que se ve, por su utilidad práctica más que por su esencia es difícil hacer amigos de verdad. No se valora lo que no se vé. El zorro remata con una frase que ilustra toda la idea sobre la que hemos venido reflexionando:"Si quieres un amigo domestícame!".
Continuaremos reflexionando sobre este capítulo XXI de "El Principito" en una siguiente entrada. Este es para mi el capítulo más especial del libro, por todo lo que ya hemos compartido y por el secreto que nos va a regalar el zorro al despedirse de el Principito.
Aprendamos a hacer amigos de verdad, para llenar nuestra vida de sol y no olvidemos que en una relación de pareja debemos también ser amigos de verdad, ese es un sol muy especial.
Si queremos un amigo, aprendamos a "domesticar" y a "ser domesticados"...a crear vínculos de verdad.
Que encontremos nuestra rosa, nuestro aviador y nuestro zorro, para llenar la vida de sol, no solo la nuestra si no también la de los demás, para aprender a ver y conocer mejor las cosas.
2 comentarios:
Doctor Valdez!
un abrazo desde BCN
me ha gustado este post.
he tenido suerte de que mis buenos amigos de años están aquí conmigo.
Pienso que hoy en día "ya no hay tiempo para domesticar" a nuevos zorros, porque vamos a mil por hora, aunque sin tener claro a dónde.
Haber domesticado a esas personas es el mejor consuelo cuando te cansas de correr en esta vida.
un abrazo nuevamente! y muchas felicidades para su familia.
Elizabeth:
Gracias por tu comentario.
A veces parece que ya "no hay tiempo para domesticar"...se vive para trabajar en lugar de trabajar para vivir, pero aun asi es importante crear esos espacios para poder acercarnos a otros. En cierto modo este Blog es una forma de ello. Lo importante es saber hacia donde vamos, eso debemos tenerlo claro. Tu carrera, tu especialización es un medio para alcanzar tu felicidad. Esa es la meta: ser feliz, pero concientes de que tenemos un camino y que no se trata de ir dando tumbos en la vida. Haz bien tu camino, domestica a quienes despierten en ti esa chispa para que tus días estén llenos de sol.
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