Independencia y Libertad (a propósito del 4 de Julio)
Acabo de llegar a los Estados Unidos, a la ciudad de Baltimore, y a lo lejos se escuchan las bombardas y el sonido de los cohetes. Noche de fuegos artificiales.
Pero también se escuchan disparos (es un sonido diferente al de los cohetes). En su libertad hay quienes creen que pueden hacer lo que les da la gana. Escucho una ambulancia.
Me alojo a 2 cuadras de uno de los mejores centros médicos del mundo, Johns Hopkins Hospital. Voy a aprender bastante en los días que vienen.
Suena otra ambulancia...
Estados Unidos es para mi una gran nación, porque en esa libertad que lograron hace 234 años supieron hacer del respeto a la Ley algo que les ha permitido salir adelante a pesar de muchas dificultades. Sin duda acá la ley si se respeta, no como suele suceder en muchos países subdesarrollados donde las leyes cambian según el gobernante de turno, donde la gente toma las pistas y destruye la propiedad privada en señal de protesta y donde se mata policías y nadie es culpable. Eso no sucede en Estados Unidos, quien viola la ley es perseguido y cumple condena. Es una gran nación con muchos logros, a nivel industrial, económico, en salud...en cierto modo por eso estoy acá esta noche, para asistir a un curso donde quienes lo dictaran serán los mejores. Pero no todo es color de rosa, donde se tiene lo más adelantado en salud también hay gente que no tiene acceso al sistema (la nueva ley de Salud del presidente Obama pretende cambiar esto). A veces se han cometido errores a lo largo de su historia. Quienes la critican a veces parecen olvidar que está formada por hombres, no Dioses y no podemos pretender que sean infalibles. Me causan gracia a veces quienes critican ciegamente a los Estados Unidos, la perfección hasta donde sé es un atributo divino, está en nuestra libertad como seres humanos el poder equivocarnos y también en nuestra libertad el aprender de nuestros errores. Todos nos podemos equivocar y el peor error es pensar que no lo vamos a hacer.
Ahora si se escuchan más fuegos artificiales. Es un sonido sin duda diferente. Silban a lo lejos los cohetes.
No es casualidad que mi entrada anterior haya sido sobre la Libertad y el amor. Mientras viajaba pensaba en lo que debía escribir, basado en la lectura del domingo pasado. Y mirando el suelo americano por la ventana del avión entendí un poco más. América la tierra de la libertad. Pensé entonces en una entrada al Blog a propósito del día de mi llegada.
Suenan con más fuerza los fuegos artificiales.
Es sin duda el respeto a la ley una de las cosas que ha hecho de esta nación algo grande, la ley está incluso por encima de sus presidentes (si no que le pregunten a Nixon por lo de Watergate), la justicia intenta llegar a todos. Además está el empuje de su gente, la perseverancia, la lucha por la Libertad. Incluso pelearon entre hermanos por la abolición de la esclavitud durante la guerra civil.
Pero en la libertad está también la posibilidad de engañar al sistema, de imponer ideas que pueden no ser socialmente las correctas poniendo al sistema por encima del hombre, donde existen leyes donde no importa el amor, sino la consigna, lo que conviene a los intereses de los grupos de poder. Al final la libertad la ejerce la mayoría y allí está el riesgo.
Ahora si están más fuertes las bombardas. Cuánta gente debe estar disfrutando de los fuegos artificiales en familia, celebrando la independencia.
La nación de la Libertad, de los derechos civiles, defensora de la democracia fuera de sus fronteras, la que se llama a si misma América está de aniversario. Hay cosas que sin duda mucha gente admira.
Pero es en ese uso de su libertad que han habido errores.
En una sociedad donde alguien puede acusarte y enjuiciarte por poner una cruz en la entrada de tu casa la libertad se está escapando de las manos.
Feliz día Estados Unidos, te debo parte de mi formación académica, admiro muchas cosas de ti como nación (es sin duda una tierra de oportunidades para quienes usan bien su libertad), pero creo que en nombre de la Libertad y la Democracia hay páginas de tu historia que deben ser una lección para construir un mejor mañana, corrigiendo y evitando los errores, no solo para los norteamericanos, sino para toda la humanidad. La ley debe estar al servicio de los hombres y no del sistema, los intereses o las consignas de unos pocos.
Jesús no fue demócrata, ni dictador, ni comunista; pero si estuvo con las multitudes, si fue absoluto en la verdad, y lo compartió todo...simplemente amó hasta el extremo.
Martin Luther King tuvo un sueño...yo tengo otro, que en nuestros países latino americanos aprendamos a respetar la ley, pero con leyes que respeten al hombre, que entendamos que por encima de nuestros intereses personales está el bien común y que entendamos que necesitamos una sociedad en la que la libertad esté basada en el amor y el respeto por el otro, solidarios, respetuosos de los valores, sin relativizar las cosas en "nombre de la libertad".
Aprendamos todo lo bueno que nos puede enseñar una nación que es independiente desde hace 234 años. Que latinoamerica se convierta en una tierra de oportunidades, a la luz de una Fe que empiece a madurar, una Esperanza comprometida y un Amor que transforme no solo corazones sino las estructuras.
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