Cambiar y ser como niños“...¿Quién es el más importante en el reino de los cielos? Jesús llamó entonces a un niño, lo puso en medio de ellos y dijo: -Les aseguro que si ustedes no cambian y se vuelven como niños, no entrarán en el reino de los cielos. El más importante en el reino de los cielos es el que se humilla y se vuelve como este niño. Y el que recibe en mi nombre a un niño como este me recibe a mí.” Mateo 18,1-5
El amor de un niño es el más transparente y sincero. No se hace preguntas, confía plenamente en sus padres. Mientras más pequeños, más sinceros, no temen decir la verdad, no tienen miedo, no ponen límites a su amor. En el camino espiritual es necesario recordar las palabras que nos regala hoy Jesús.
Sus palabras son claras: implica "cambiar" y "volvernos como niños", solo así se podrá entrar "en el reino de los cielos". El niño sabe que puede cometer errores, sabe que puede caerse, pero también sabe que su Padre está cerca para guiarlo, para ayudarlo a levantarse, para acompañarlo. Y el Señor es el Padre que nunca que nos abandona. Desde nuestra perspectiva (especialmente los adultos) podemos sentir a veces que Dios nos ha abandonado en los momentos difíciles, pero es cuestión de ver las cosas con humildad, volvernos como niños y darnos cuenta que es al revés, somos nosotros quienes nos hemos alejado. El nos espera siempre con los brazos abiertos, como lo hizo con el hijo prodigo. Él sabe que todo tiene un sentido, una razón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario