La última media hora del día
William Osler, de quien hable en una de las primeras entradas de este Blog fue un gran médico que no solo cultivo su ciencia, sino también su humanidad. Uno de sus consejos más importantes a sus alumnos era el de leer...pero no solo leer de medicina sino leer buenos libros, como el decía en su libro Aequanimitas, "empiecen una biblioteca al lado de su cama y pasen la última media hora del día en comunión con los santos de la humanidad".
El leer buenos libros nos permite encontrar realidades diferentes a la nuestra, entrar en lo profundo de la mente de sus personajes, entender que el dolor golpea de diferentes maneras y que la incertidumbre puede ser a veces más peligrosa que la enfermedad. Si queremos ayudar a nuestros pacientes es necesario salir de nosotros mismo y ver las cosas no solo desde nuestra perspectiva sino desde la realidad de nuestros pacientes. Leer es una manera de abrir nuestras mentes, de enriquecer el alma para poder llegar mejor al otro.
Busquemos como decía Osler esa "última media hora del día" para buscar inspiración. Sin duda nos ayudará a curarnos a nosotros mismos y ser mejores médicos.
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