Trabajar en Navidad, un regalo especial
Son muchas las veces que he tenido que trabajar un 25 de diciembre. A veces incluso he tenido que recibir las 12 trabajando. Hace unos años incluso no pude acompañar a mis hijos cuando abrían sus regalos.
Al comienzo me fastidiaba un poco. Era cosa de suerte, no estar de guardia el 24 o el 25. Pero con los años he ido descubriendo algo. Sin duda a nadie le gusta el tener que estar lejos de la familia, de los que uno ama en un momento tan especial. Pero existen algunas profesiones en las que alguien tiene que hacerlo, alguien tiene que sacrificarse...un médico, una enfermera, un policía, un encargado de seguridad, un bombero...son varias las personas que posiblemente pasen la noche de Nochebuena trabajando. Pero a la vez ello puede convertirse en una oportunidad, en un regalo, en una bendición.
Es simple, le estamos haciendo un regalo especial a Jesús. Porque él se esconde en cada ser humano que necesita de nuestro apoyo y ayuda: "Venid benditos de mi padre...porque estuve enfermo...y me visitaste".
Si alguna vez nos toca trabajar en Navidad, que lo hagamos con alegría, con el gozo de saber que es a Jesús mismo a quien estamos sirviendo, a quien estamos visitando. Le hacemos sin duda un regalo muy especial.
Si lo vemos con los ojos de la Fe, trabajar en Navidad es como visitar el pesebre.
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