Tiempo para compartirEn el mundo de hoy es a veces difícil encontrar espacios para lo que uno realmente desea. Las ocupaciones, el trabajo, lo circunstancial nos aleja muchas veces de esos espacios que nos acercan a quienes más amamos. No solo de nuestros hijos, sino también en ocasiones de nuestros padres y hermanos. En los países industrializados es incluso peor, pues hay mucha más movilidad, hijos que viven en diferentes lugares, familias separadas por las responsabilidades o las oportunidades de trabajo. Cuantas veces veo padres de familia que me dicen que sus hijos crecieron tan rápido que cuando se dieron cuenta ya estaban partiendo al extranjero en busca de nuevas oportunidades. Felizmente ahora con la revolución en las telecomunicaciones (internet y mail, video chat) es más fácil comunicarse. Pero con todo esto ¿Realmente nos comunicamos? ¿Compartimos lo esencial o lo circunstancial? Vivimos muy aprisa y lo esencial requiere tiempo. Creemos esos espacios. Que no nos suceda que cuando "tengamos tiempo" ya sea demasiado tarde.
Mis padres han sabido fomentar esos espacios, cenamos todos los martes y almorzamos todos los sábados con mis hermanos y mis padres. Mi hermana que vive fuera nos llama por teléfono cuando puede a esas horas. Es un inicio, pero voy descubriendo que nunca es bastante. La familia, para algunos relativizada y satanizada en este mundo "Moderno", es la primera escuela. Busquemos esos espacios para compartir, no solo lo circunstancial y sino sobre todo lo esencial. EL tiempo no se detiene, nosotros si podemos hacerlo, aunque sea unas pocas horas a la semana para compartir con quienes están cerca a nosotros.
Es cuestión de voluntad...y de querer amar.
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