Calidad y CantidadSuele decirse mucho que en estos tiempos en que vivimos, uno debe tener siempre conciencia de que la calidad es más importante que la cantidad. Voy descubriendo que no es totalmente cierto, se trata muchas veces de una excusa. La cantidad también es importante, más de lo que nos imaginamos.
Por mi trabajo, algo que aun hago (y espero que mis pacientes me comprendan cuando deje de hacerlo) es que trabajo todos los días. Sí, leyeron bien, todos los días. Siempre tengo pacientes hospitalizados y el tipo de práctica que realizo me obliga a trabajar de lunes a domingo. Es por eso que a pesar del poco tiempo libre que tengo (no se imaginan a que hora escribo este Blog) trato de hacer malabares con mi tiempo para poder regalarle instantes de calidad a mis hijos y a mi esposa. Hace unos días comí algo que no me cayó muy bien y amanecí con molestias estomacales. Era domingo y a diferencia de otros domingos que desayunamos todos juntos a las 8 a.m. para poder salir a pasar visita a las 9 a.m. y regresar a casa antes de mediodía, me quedé en cama. Mi hijo mayor se sorprendió y le preguntó a mi esposa que me pasaba. Ella le contó que yo estaba enfermo. El se acercó a mi con gran ternura y me dijo con mucha inocencia: "papi, que bueno que estés enfermo, porque así te vas a poder quedar más tiempo con nosotros". Mi esposa remató con otra frase: "si tú algún día nos faltas serás irreemplazable para nosotros, tus pacientes en cambio se buscarán otro médico". Me dejaron sin palabras. Ambas eran señales claras de que me necesitan más de lo que yo pienso. No es solo calidad de tiempo, es también cantidad. Ese día las palabras de mi hijo y de mi esposa me hicieron ver que la calidad no basta. Ya antes mi hijo me había sorprendido con otra frase (en la misma línea) que algún día también comentaré en alguna entrada del Blog. El tiempo es también muy importante y nunca se puede recuperar el tiempo cuando los hijos van creciendo. Como me dijo alguna vez un médico mayor un día que me vio con mi hijo recién nacido: "ojala tu si puedas ver crecer a tus hijos".
No dejemos que las obligaciones nos esclavicen, son un medio y no un fin. Aprendamos a no ser "indispensables", solo Dios lo es para quienes creemos en él. Confío en que mis pacientes serán comprensivos y entenderán cuando algún sábado o domingo no pueda ir a verlos.
No dejemos que las obligaciones nos esclavicen, son un medio y no un fin. Aprendamos a no ser "indispensables", solo Dios lo es para quienes creemos en él. Confío en que mis pacientes serán comprensivos y entenderán cuando algún sábado o domingo no pueda ir a verlos.
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