Libros EspecialesHijos míos, hoy que escribo estas líneas (31 de julio) es el día de una de las personas que más admiro. Es día de San Ignacio de Loyola; no te preocupes Mateo, en Octubre hablaremos de San Francisco, mi otro santo especial. Manuel Ignacio, tú sabes muy bien que si llevas el nombre de Ignacio es por San Ignacio, un hombre admirable de quien les quiero contar una historia. El soñaba con ser un gran guerrero, un héroe, alguien valiente. En esa época brillaban quienes eran un verdadero modelo o ejemplo para el resto, quienes dejaban huella en los demás por su valentía, por su arte, por su ciencia o por su generosidad. Ignacio era soldado y peleó valientemente en un combate contra los franceses. Defendía la ciudad de Pamplona, con tanto valor, que los mismos franceses al capturarlo herido, en reconocimiento a su valor, lo llevaron al castillo que tenía su familia. En ese momento vivía allí su hermano. Ignacio fue herido en la guerra y tuvo que ser operado varias veces de la pierna, sufriendo muchos dolores (no había medicinas tan buenas como ahora). En su recuperación se le ocurrió pedir prestado a su cuñada libros sobre historias de caballeros: los grandes héroes de la edad media. A San Ignacio como a ustedes y a mí, le gustaba mucho leer. Pero sucedió que no había libros de caballeros en el castillo, sino más bien un libro sobre la vida de Jesús y otro sobre vidas de santos. Al principio los empezó a leer sin mucho entusiasmo. Pero esas lecturas poco a poco lo transformaron, le abrieron los ojos. A San Ignacio una de las vidas que más le impresionó fue precisamente la de San Francisco de Asís. Al acabar de leer esos libros, San Ignacio se dio cuenta que se había equivocado de Rey a quien servir, no era al Rey de España, sino a Jesús, al Rey de Reyes. En la vida uno nunca deja de aprender, y los buenos libros son tesoros. Nunca lo olviden. Es muy importante leer y sin duda leemos bastante, pero hay libros especiales que no debemos dejar de lado. Conforme vayan creciendo iré compartiendo con ustedes mis libros favoritos y por supuesto que ustedes encontrarán sus propios libros favoritos. San Ignacio encontró en sus lecturas lo que su corazón más buscaba. Pero ese fue solo el principio. Igual en la vida, mamá y yo vamos compartiendo cosas con ustedes, lecturas, películas, momentos especiales. Pero son ustedes los que deben recordar las cosas importantes y ponerlas en práctica cuando crezcan. Todo "para la mayor gloria de Dios" (eso último lo dijo San Ignacio).
Los ama, papá.
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