Eligiendo
Hace 3 años, elegí dedicar parte de mi tiempo a compartir con los demás a través de este Blog. Con mis pacientes, mis alumnos, mis colegas, mis amigos y todo aquel que este dispuesto a recibir un regalo. Eso intento con este Blog, compartir, dar un regalo. Elegí hacerlo y no me arrepiento, aun cuando a veces no puedo darle todo el tiempo que quisiera.
Hace unos meses alguien muy cercana a mi también eligió compartir algo. Como ella misma escribió: "solo les puedo decir que no hay sentimiento mas maravilloso que haber respondido a el llamado del Señor, Se que muchos lo hacen de otra manera diferente a donar un riñón...Dios no nos va a pedir más de lo que no podamos, lo importante es ...que fue con amor."
Hace pocos días también me enteré con alegría que la pequeña hija de unos ex alumnos mios había conseguido ser transplantada. Un corazón nuevo, gracias a que una pareja de padres eligió compartir los órganos de su ser querido con otras personas.
Nuestra vida es un continuo optar, un continuo elegir. Quizás no seamos muy concientes de ello, pero continuamente elegimos entre varias opciones, desde la hora en que nos levantamos, la ropa con la que nos vestimos, los alimentos que ingerimos. Cierto que las opciones a veces no son tan variadas, dependiendo de nuestra costumbres, nuestra situación económica y nuestros gustos.
La enfermedad, sea ´por una experiencia personal directa o la de un ser querido, también trae la posibilidad de elegir. Uno puede deprimirse, angustiarse, sufrir ante la enfermedad y lo que ella implica... O puede elegir luchar, ser optimista, tener esperanza y descubrir todo lo que un momento difícil y doloroso puede traer si uno toma la decisión correcta.
Debemos elegir siempre por nuestra felicidad, y esta no está en lo que nos satisface de una manera egoísta. Está en el compartir, en el dar, en el salir de nosotros mismos, en el amar.
Y es en los momentos difíciles, como ocurre con las enfermedades, en los que uno debe hacer ese balance y no detenerse. Es el momento de no darse por vencidos y de perdonar y dar las gracias. Es el momento de ver con claridad la incertidumbre que siempre rodea la vida y como cada instante es importante para elegir salir de nosotros mismos y mas allá del dolor y el sufrimiento ser capaces de amar. El tiempo no se detiene y debemos elegir estar por encima de las circunstancias.
Si hay amor a nuestro alrededor es más fácil, y sino es asi uno debe luchar por que nuestro amor contagie a los demás esa compasión, ese espíritu solidario y ese amor que yacen escondidos en el interior de toda alma. Todos ansiamos ser felices y a veces necesitamos de las dificultades para descubrir que la felicidad está en el compartir, en el dar, en el amor. Aun cuando a veces nos sea difícil comprender, siempre podemos elegir que las lágrimas no inunden nuestra alma y sean más bien su abono.
Elijamos bien, más que en el tener, en el ser. Hay gente sana que esta enferma del alma, y gente enferma que tiene un alma sana capaz de lograr incluso milagros, no solo en uno mismo, sino también en los demás.
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