Cuestión de perspectivaEn este corto capítulo XIX de "El Principito" creo que hay varias ideas sobre las cuales reflexionar.
La primera es la de escalar las montañas que aparezcan en nuestro camino. Todos en nuestra vida tenemos sueños, planes, proyectos, y cada uno de ellos en cierta medida implica el escalar una alta montaña. Ante cada etapa de nuestra vida se abren nuevos retos...nuevas montañas que escalar, algunas más altas según se vaya venciendo las anteriores. El llegar a la cima, como piensa el Principito le va a permitir "ver todo el planeta y a todos los hombres". Pero así como él no alcanza ver más que "algunas puntas de rocas", a veces nos pasa lo mismo.
Es cuestión de perspectiva, de saber cuales son las montañas que uno debe realmente escalar. Se trata primero de llegar a la cima de nuestra conciencia de que somos seres únicos e irrepetibles y entender que no estamos solos para poder ver todo lo que realmente está a nuestro alrededor. No basta subir a la cima de una alta montaña para ver todo lo que nos gustaría...el problema está en subir la montaña correcta y el recordar que lo que vemos desde nuestra perspectiva puede a veces opacar lo que existe en realidad.
Si subimos la montaña equivocada es posible que solo nos conteste el eco como le sucedió al Principito.
Nuestro amigo anda en una búsqueda, y piensa que no es el eco sino los hombres quienes le han respondido. Allí entra otro elemento interesante de este capitulo: una de las preguntas filosóficas más clásicas y esenciales ¿Quién eres tú? El eco responde tres veces con la misma pregunta.
Es una pregunta que pocos se hacen en realidad y menos aun llegan a responderse. Si todos lo hiciesen, nuestro mundo sería diferente. Solo quien sabe quién es puede encontrar el verdadero camino hacia la felicidad. El resto puede sentirse feliz por momentos, pero no llega a entender el verdadero sentido de su existencia.
EL principito le responde al eco con una petición y una afirmación sobre su realidad: "Sed mis amigos, estoy solo".
El eco responde "estoy solo...estoy solo...estoy solo". ¿Qué tan solos estamos en medio del bullicio de nuestra existencia? ¿Sabemos quienes somos? ¿Adonde vamos?
Como muchos de nosotros, el Principito busca sus respuestas, busca una explicación para lo que acaba de vivir, pero una explicación desde su perspectiva. La tierra es un "planeta raro"..."seco, puntiagudo y salado". Luego nos regala otra frase que aunque parte desde una perspectiva equivocada basada en una experiencia limitada (desde la cima de la montaña), esconde una gran verdad: "los hombres carecen de imaginación".
Es cierto, muchas veces carecemos de imaginación y es esa falta de imaginación la que nos impide ponernos en una perspectiva diferente a la nuestra y ser más comprensivos con el resto y con la realidad que nos rodea. Pensamos que lo que sucede a nuestro alrededor es la única realidad que existe. A veces no hacemos "mas que repetir lo que se" nos dice.
Olvidamos que existen flores... que existen personas a nuestro alrededor que son verdaderos amigos, verdaderos tesoros.
Subamos a la cima de nuestra montaña interior y respondamos a las preguntas esenciales. Entonces descubriremos que no estamos solos y que hay un camino que recorrer y otras cimas que alcanzar. Entonces descubriremos el secreto de la rosa.
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