Carta a una amiga
Sé que no tengo excusa por no haberte escrito antes, pero a pesar de la distancia has estado en mis oraciones diarias. Sé que no ha sido fácil para ti lo que has vivido en las ultimas semanas, pero sé también que tu Fe es inmensa, tu Esperanza contagiante y que el amor que tienes alrededor tuyo te ha mantenido en tu lucha contra la enfermedad. Con alegría leo los avances de tus progresos tras el tratamiento intenso que has recibido.
Eres un ejemplo para todos los que te conocemos y ejemplos como el tuyo son importantes y deben conocerse, por eso esta carta. Pelear con todo dos veces contra la misma enfermedad no es cosa fácil, pero lo estás haciendo y con tu espíritu no dudo que lo resultados serán los que deseamos todos. Tu enfermedad te ha hecho descubrir una dimensión de tu vida que has sabido compartir con quienes te rodean. Has encontrado a Dios y por ello donde otros han visto angustia y desesperación tu has visto con esperanza un oportunidad para aprender a amar y para contagiar su amor a los demás.
Los caminos de Dios son sin duda misteriosos, pero cuando hay Fe, la enfermedad es una oportunidad para escuchar a Dios, para encontrarse con él.
No dudo que quienes lean esta carta elevaran una oración por tu salud...y sin pensarlo se habrán acercado por un instante a Dios.
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