Estar al otro lado
Algo que a veces nos cuesta a los seres humanos es el ponernos al otro lado...es decir ponernos en el lugar del otro. Si fuésemos capaces de entender y comprender al otro, quizás nuestras reacciones serían diferentes en muchas circunstancias.
Queremos ser los primeros, queremos lo mejor, pero ¿es realmente importante ser el primero?¿Es realmente importante tener lo mejor?
Me viene a la mente una frase del Evangelio: "Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos." (Marcos 30, 34)
Nuestros esquemas mentales son usualmente diferentes. ¿Qué es ser el primero? ¿Qué es lo mejor?
Me tocó hace unos días estar al otro lado, ser paciente, sentir el dolor, la visita a la emergencia, la incertidumbre ante las posibilidades diagnósticas, la espera de resultados...felizmente no fue nada mayor, pero sirvió para recordarme que es importante estar al otro lado. Por eso no salió el Blog completo el día lunes.
No podemos hacerlo todo, no podemos resolverlo todo, no somos indispensables. Solo Dios lo es, y en las palabras de su hijo nos enseña cómo: Ser el servidor de todos.
Pienso en la Madre Teresa de Calcuta, ella entendió el mensaje y estuvo al otro lado, por eso se hizo una verdadera servidora de todos...y el resto vino por añadidura.
No es fácil estar al otro lado, implica siempre dejar algo, empezando con "nuestra tranquilidad". Pero vale la pena, sin duda nuestro mundo sería diferente si hubiesen más personas como la madre Teresa, si hubiesen más personas que entendiesen que es lo mejor.
1 comentario:
Hola Doctor
leo siempre su blog, y concuerdo en muchos temas con Ud.
Si hay algo que he aprendio estos últimos años, es a colocarme en los zapatos de nuestros pacientes.
Muchas veces al entrar a sus habitaciones los encontraba con miradas agresivas, expresiones de rechazo, actitudes negativas, mucha colera y con sentimientos de mucha desconfianza, de que ya no creen nada de lo que les decimos, un sentimiento de abandono de si mismos, siempre que me he topado con un paciente en ese momento de su vida, antes de enojarme y rebatirle su mala actitud, me tomaba una pausa, me calmaba y me hacia esa pregunta mágica .. Elizabeth: piensa lo que esa persona siente ahora, piensa un poco como se siente con todo el peso de la enfermedad sobre sus hombros, y con todo ese temor sobre su vida, que es una persona cuya vida ha dado un giro incierto en breves segundos ... detenerme a ponerme en sus zapatos me ha servido para escucharlos un poco más, comprenderlos y darles Esperanza, atenderlos con una sonrisa en respuesta a esas frentes frunsidas, dificilmente perdi la paciencia. Para mi era un reto sacarles una sonrisa en medio de la adversidad, incluso cuando no existia la Esperanza Médica, nacian muchas otras nuevas esperanzas, la más común de todas, era la esperanza de que su hogar se mantendría más unido que nunca, esa es una de las cosas que más satisfacción me daba, cuando los padres o los hijos se llenaban de fuerzas para afrontar la enfermedad, la familia unida, que cada dia temía menos a lo imprevisible.
El dia lo terminaba agotada, pero me habia enriquecido mucho, porque son facetas del ser humano que son puras, originales, y que prescenciarlas hoy en dia es un lujo, y mucho más ser parte de ello.
Es a través de estas experiencias de humanidad que nosotros crecemos espiritualmente, es como ganarse una loteria.
Un saludo Dr.
Elizabeth P.R
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