Aceptación
Hace varios meses escribí sobre algo similar. No somos eternos y debemos de aceptar que hay etapas en la vida en las que la inminencia de la muerte (son muy pocos los que viven más de 90 años con calidad de vida) nos debe hacer ver cada día como un regalo.
Tanto para el paciente como para la familia, el apego a la vida, la negación de la muerte como posibilidad son hechos que crean ansiedad y preocupación, miedo y negación.
En los pacientes es sobre todo el miedo a la muerte, a lo desconocido, a que "todo termine".
En los familiares es un apego al ser querido que no contempla la separación como posibilidad. Desean "eternizar" a sus seres queridos, no aceptando que cada día es un regalo y que siempre (especialmente a partir de cierta edad) la muerte más que una posibilidad es una certeza...lo que no sabemos es el cuando.
Esas "expectativas de vida" van más allá de lo objetivo. Lo veo con frecuencia, hijos que no aceptan que los años no han pasado en vano y que el cuerpo de su ser querido ya está cansado y que hay realidades que no podemos cambiar. Pacientes que quieren ser eternos, aun cuando en su interior saben que su cuerpo ya no es el mismo que antes.
Aceptación es lo que falta, pero una aceptación activa que no se abandona, sino que iluminada por la Esperanza, trata de saborear cada día sin angustiarse demasiado por lo incierto.
Aceptar que no somos eternos y que la muerte es la única certeza no debe asustarnos. Por el contrario, cuando hay Fe uno sabe que la Esperanza puede ser el motor que impulse nuestro Amor. Entonces es fácil aceptar. Cada día es un regalo, recibamoslo con alegría, sin angustiarnos demasiado por el mañana. Se vive el hoy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario