Vivir para Trabajar
El capítulo XIV de "El Principito" me trae a la mente esa realidad que vivimos muchas veces de convertir los medios en fines. La consigna es lo que manda, la consigna (que es un medio para lograr algo o cumplir con algo) se convierte en un fin en si misma. El farolero no se escapa de esa realidad y lo peor es que como el planeta da vueltas cada vez más rápido, no tiene tiempo para otra cosa que no sea el cumplir con la consigna. Cuando uno convierte medios en fines no deja entrar a mucha gente en su vida, por eso se trata de un planeta muy pequeño, "el más pequeño de todos". El Principito toma conciencia de lo absurdo de la situación, sin embargo es menos absurdo que los otros personajes que ha encontrado porque al menos tiene un sentido. "Cuando enciende su farol es igual como si hiciera nacer una estrella".
Todo trabajo que va más allá de nosotros mismos es valioso, pero el problema está cuando lo convertimos en un fin. Se trata de trabajar para vivir y no de vivir para trabajar. Estamos por encima de las consignas.
Como dice el Principito "Se ocupa de otra cosa y no de si mismo" a diferencia de los otros personajes que había conocido. Sin embargo por hacerse esclavo de la consigna, perdió la oportunidad de encontrar en el Principito un amigo. Como dice: "Es el único de quien pude haberme hecho amigo. Pero su planeta es demasiado pequeño y no hay lugar para dos".
Entendamos que las consignas son para ayudar a los hombres y no para hacerlos esclavos. Solo si lo entendemos, podremos hacer de nuestro planeta un lugar donde podamos encontrar amigos, donde podamos pasar momentos especiales con quienes están a nuestro lado.
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