Saber estar
Ayer una paciente me contaba de como los médicos a veces no se dan cuenta de que su trato con los pacientes es lo que va a determinar si son buenos médicos o no. Le pregunté a qué se refería.
Su respuesta fue clara: "Me gusta que mis médicos no trabajen apurados, que yo sienta que me van a dar el tiempo que necesito, que me escuchen, que me acompañen en los momentos difíciles, que yo no sea para ellos un cliente o un número o una enfermedad. Que sea yo, con toda mi realidad."
Muchas veces los médicos trabajan a toda prisa, para ver más pacientes. Es la consigna: A mayor cantidad de pacientes vistos uno es más eficiente. Sucede sobre todo en hospitales del sistema estatal o de la seguridad social. Hay que cumplir con las metas, a más pacientes vistos, más productividad.
El sistema se olvida que los pacientes no son números en una estadística. Son seres humanos que necesitan tiempo, que necesitan ser educados, escuchados, consolados. Una receta no siempre es la mejor medicina. Un médico responsable sabe que hay pacientes que necesitan más que una receta. Los médicos debemos aprender a saber estar al lado de nuestros pacientes, sin importar cuanto tiempo ello demande. Y a veces no es tanto tiempo lo que nos piden, sino simplemente el que sepamos estar a su lado, con una palabra de esperanza, una palabra de consuelo, una sonrisa nacida del corazón.
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