MaestrosHace unos días me encontré con uno de mis maestros. Hay en nuestras vidas personas que dejan una huella profunda en nuestro espíritu, son un modelo, nos han mostrado en sus palabras y en su ejemplo esa coherencia que tanta falta le hace al mundo de hoy. Nos dio una conferencia y en sus palabras vi como un verdadero maestro es conciente de que él nunca deja de aprender...para poder enseñar. En esa conferencia habló de muchas cosas, pero algo que me encantó fue cuando hizo su definición de competencia: El saber que hacer y el hacerlo bien. A veces también es importante el saber cuando hacer las cosas. Un maestro entiende que el conocimiento es un tesoro, y que los tesoros no son para guardarlos sino para compartirlos con los demás. El Amor es el tesoro más grande, y es el que más se puede compartir. Lo malo es que encontrarlo no es fácil, implica vaciarnos de nosotros mismos para llenarnos de Dios. Dios es Amor aun cuando nos cueste comprenderlo. Enseñar puede ser también una forma de amar. En el caso del Amor nunca es bastante, y siempre es tiempo de hacerlo.
Gracias Maestro.
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