Pastillas mágicasMuchas veces me da la impresión que la gente piensa que puede resolver todo con una pastilla o con una inyección. Los pacientes esperan que uno solucione sus problemas y la verdad de las cosas para la gran mayoría de enfermedades, no se curan los problemas, sino simplemente se controlan. La presión alta, la diabetes, el colesterol alto, la artritis reumatoide, la insuficiencia cardiaca, el asma, entre otras condiciones, no se curan, se controlan. No existe la pastilla mágica, además de que todas las pastillas tienen riesgos potenciales, aunque felizmente inusuales. No hay remedios mágicos ni pastillas rápidas. La enfermedad es un proceso, incluso muy diferente entre personas con una misma dolencia.
Los pacientes y sus familiares deben de comprender que la etapa de la convalecencia es también importante. Es imprescindible darle al cuerpo los descansos necesarios, el tiempo para que todo vuelva a su sitio. Aunque esto último es relativo, si bien hoy somos más jóvenes que mañana, hoy también somos más viejos que ayer...al cuerpo no se le engaña, él sabe la verdad. Aprendamos a escuchar a nuestro cuerpo. Las pastillas mágicas no existen, aunque si existen voluntades luchadoras y constantes, eso es buena medicina cuando se administra con amor.
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