Tener SedJuan 7, 38 “Si alguien tiene sed, venga a mi”
Todos estamos sedientos, todos ansiamos ser felices. Sed de felicidad, sed de verdad, sed de sentido, sed de amor. Pero fácilmente nos conformamos con lo inmediato, con lo accesorio, con los medios que convertimos en fines. Los afanes del día a día nos hacen olvidarnos de la sed más importante. Y esa sed solo puede ser saciada por Jesús. Tenemos que entenderlo. No tengamos miedo (y vaya que lo tenemos). Jesús es quien quiere darnos de beber, quien quiere darnos el "agua viva". (Juan 4,10) La invitación es para cada uno de nosotros, no se trata de hacer cosas extraordinarias, se trata de llenar del Amor de Dios nuestros instantes, de ser manantiales de Su Amor. Digamos como la Samaritana "Dame de esa agua...para que yo no vuelva a tener sed". (Juan 4,15)
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