Para AprenderUna vez leí algo que con el tiempo he ido madurando más y más. En la entrada anterior hablé de los consejos que les daba a mis estudiantes de medicina. Hoy quiero ampliar un poco más el primer consejo.
Aprender: Para aprender bien las cosas es necesario recordar que el aprendizaje implica cuatro fases importantes. La primera la fase de Percepción. Debemos aprender a percibir bien las cosas, escuchar (no solo oír), y observar (no solo mirar). Solo a partir de una percepción adecuada podemos pasar a la siguiente fase. La fase de integración. Integrar lo percibido, lo cual implica entenderlo e incorporarlo en nuestro ser. Va más allá de memorizar las cosas, si no las entendemos las vamos a olvidar conforme pasa el tiempo. Se trata de integrar bien en nuestra mente la información, sistematizándola, comprendiéndola, dándole el valor real a cada percepción, para utilizarlas cuando se necesiten. La cuarta fase es la de poner en práctica lo percibido e integrarlo en nuestra mente. Y finalmente lo más importante. Enseñar lo que hemos aprendido, porque solo algo que uno ha aprendido de verdad puede ser enseñado. El enseñar como se debe nos obliga a estar actualizados y a practicar lo aprendido, a entender bien las cosas, a percibirlas mejor. Lo interesante es que no solo se aplica para medicina, sino para toda la vida. Observemos y descubriremos que es el amor lo que le da sentido a la vida. Incorporemos ello en nuestro ser y llenemos nuestros actos de amor. Y lo más importante, enseñemos a otros a amar. Funciona, siempre que Dios que es Amor esté en la ecuación. Los hombres le llamamos amor a muchas cosas que no son más que tenues reflejos del gran Amor de Dios.
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