Cinco consejos
En los últimos años al terminar mis clases suelo compartir con mis alumnos (tanto de pre como post grado) un slide con cinco consejos. Si bien los escribí pensando en estudiantes de medicina o en médicos (en realidad un buen médico es un eterno estudiante), creo que se aplica a otras realidades humanas. El primero es aprender siempre, nunca dejar de aprender, nunca cerrar la puerta a aprender cosas nuevas. El segundo consejo es tener la mente abierta y aceptar que 1 + 1 es dos en las ciencias exactas, pero no siempre es así en la medicina (como decía San Francisco de Asís en la pluma de Kazantzakis: "los siempre y los nunca solo son de Dios"). El tercer consejo es aceptar que uno puede equivocarse. Implica humildad y saber cuando pedir ayuda y cuando consultar a quienes saben más. El cuarto consejo es el examen de conciencia diario al acostarse. Incluye dos partes: la primera preguntarse que ha aprendido uno de nuevo, la segunda es preguntarse si uno ha hecho algo importante por alguna otra persona. Lo que recomiendo si uno tiene fe, es hacer una oración breve por los enfermos y sus familias. El quinto consejo es recordarles a mis alumnos que la medicina es tan solo un medio y no un fin y por lo tanto deben darse tiempo para cultivar su espíritu. Darse tiempo para lo importante y para quienes nos aman, darse tiempo para leer un buen libro, escuchar música, admirar la naturaleza. Darse tiempo para ser y no solo hacer.
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