Hace pocos días escuché a un médico hablando en televisión afirmando que la "Medicina es una ciencia exacta". No hay que ser médico para darse cuenta de que esa persona no sabe mucho de medicina. Hace un par de años en una editorial en la Revista Medica Herediana (http://www.scielo.org.pe/pdf/rmh/v16n3/v16n3e1.pdf ) escribía sobre las cosas que no se enseñan en la escuela de medicina. Una de ellas es que la medicina no es exacta, pues es “una ciencia de incertidumbre y un arte de probabilidades” (como decía William Osler). Muchas cosas no son exactas y eso no es comunicado como se debe ni a los estudiantes de medicina ni a los pacientes. Hay cosas imposibles de predecir. No hay enfermedades sino enfermos, y cada enfermo es único. Su realidad, su entorno, su manera de ver la vida van a influir definitivamente en como va a padecer su enfermedad. Muchos médicos piensan tener todas las respuestas; como les digo a mis alumnos: "preocúpense cuando conozcan a alguien que piensa que lo sabe todo”. Son muchas las túnicas que necesitan ser lavadas, debemos volver a vestir de blanco, no solo en lo externo sino en lo interno. Sin duda, nuestros pacientes estarán muy agradecidos. Ese es uno de los objetivos de este Blog, compartir una visión, dar ideas, plantear preguntas, crear un espacio para no olvidarse de cosas que siempre debemos tener presentes. En esta columna comentaremos diversos aspectos en relación al mensaje de Jesús hacia los médicos: “Médico, cúrate a ti mismo” (Lucas 23,39). Este primer número (si así lo podemos llamar) sale oficialmente el 13 de Junio, festividad de San Antonio de Padua. San Antonio es discípulo de San Francisco de Asís. Y fue en Padua donde fueron enterrados los restos de un extraordinario médico escritor: El evangelista San Lucas.La Verdad de la Medicina
viernes, 13 de junio de 2008
Médico cúrate a ti mismo
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1 comentario:
Como alumno de medicina que empiezo a adéntrame en la carrera medica no podría estar más de acuerdo con este articulo, cada persona es un mundo con miles de probabilidades y diagnósticos diferentes los cuales solo pueden llegar a ser explorados total o al menos parcialmente mediante la ayuda de la fe y el conocimiento, de otro modo nuestro cerebro humano sería incapaz de dilucidar entre tanta información a la vez. Hay muchas cosas en medicina que van más allá de la razón y es ahí cuando el estudio no es suficiente y debemos recurrir a una herramienta más poderosa: la Fe
Sin fe y sin la conciencia que hay cosas que se escapan de nuestras manos y no podemos saberlo todo nunca podríamos llegar a ser buenos médicos.
El barco del conocimiento estará permanentemente con agujeros por donde se filtre el océano de incertidumbres, se podrán tratar de reparar los agujeros pero por cada uno reparado diez más se abrirán y lo único que nos mantendrá a flote será nuestra fe.
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