El Amor también es Medicina
Los familiares de un enfermo no se imaginan cuan importante es su rol al lado del enfermo. La familia puede incluso lograr pequeños milagros. Cuento una anécdota que ilustra esto, me pasó hace unos años.
El oncólogo me llamó una mañana y me pidió que hable con la esposa de un paciente. Yo los había visto semanas atrás e hicimos una buena relación. La infección que me tocó cuidar se curó mas no así el cáncer que avanzaba sin parar.
-Habla con la esposa, hazla entender que ya no hay mucho que hacer, hoy va a ser el día- me dijo el oncólogo.
Si hay algo que considero importante en mi trabajo con mis pacientes es el dar paz y tranquilidad en los momentos difíciles. Entré en la habitación y vi como las respiraciones del paciente eran muy pausadas, presagiando lo inevitable. Su esposa estaba al pie de la cama, tomando las manos de su esposo.
-Mañana llegan sus hijos- me dijo-¿Cree que él pueda despedirse de ellos?
Sabía que mi respuesta era importante para ella. Al ver la respiración tan pausada me decía a mi mismo que posiblemente no pasaría la noche. Pedí a Dios que me ilumine y empecé a hablar.
-El ha luchado mucho todo este tiempo, y pienso que su cuerpo se ha ido cansando cada vez más...pronto va a descansar.
La esposa del paciente me miraba a los ojos, y sentí un brillo en su mirada que me hablaba de todo el amor que ella sentía por él. Eso fue como una chispa que iluminó mi espíritu, porque entonces le dije:
-Pero el amor es también medicina.
Creo que ella lo entendió porque agradeció mis palabras. Las veces que me acerque a la habitación durante el resto del día, la encontré al lado de su esposo, hablándole, acariciándole la frente, rezando. Parecía que el partiría pronto.
A la mañana siguiente me llevé una sorpresa increíble. El paciente estaba despierto, sonriente, conversando con su esposa sentado en su silla. Fue un milagro del Amor.
Pasó 7 días en los que lucía como si estuviese sano, y estuvo con sus hijos, de quienes se despidió. Fue algo transitorio pero que nos regaló a todos una gran lección.
La última vez que lo vi le dije que él amor de su esposa era lo que lo había mejorado.
Sin duda el amor es también medicina.
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