Atardeceres

Dios nunca se equivoca

Pasar por una enfermedad que aparece de pronto es una experiencia desagradable, no solo para el paciente, sino para todos los familiares. Es un momento difícil, donde la incertidumbre y la desesperanza afectan a todos, incluso a veces hasta a los mismos médicos. Algo que es nos da fortaleza en situaciones así es una Fe fuerte que ilumine a la esperanza y abra el corazón al amor de Dios y de los que nos rodean. Es al lado de una persona enferma donde muchas veces me maravillo por el amor que veo alrededor, amor de un esposo(a) que lo da todo, de un hijo(a), de un padre, de un hermano(a), de un amigo(a). Desde nuestra perspectiva humana una enfermedad puede ser lo más injusto y lo peor que le puede pasar a uno, más aun cuando la enfermedad puede terminar con la vida de alguien a quien amamos. Es entonces donde a la luz de la Fe, debemos rezar más que nunca, pero no solo con la esperanza de una cura (a veces hasta milagrosa), sino también rezar porque Dios nos ayude a comprender para que sucede todo, rezar para que creamos también en la otra Esperanza, rezar para que aprendamos a aceptar su voluntad. Hace unos años a raíz de una enfermedad súbita y tremenda conocí a una pareja que pasaba por el Perú. Jóvenes, con sueños e ilusiones. La enfermedad cayó con toda su fuerza, cambiando vidas para siempre. A mi esa enfermedad me regaló al final un gran amigo, un amigo con quien a pesar de la distancia (vive en otro continente y lee este Blog) compartimos una fe que nos hizo descubrir cuan misteriosa es la voluntad de Dios. Al final las cosas no salieron como hubiésemos humanamente deseado, pero en ese camino que recorrimos juntos él reencontró a Dios y descubrió el gran regalo que Dios le había dado en su relación con su esposa. Al final me emocionó mucho cuando me escribió para contarme que ella había fallecido, pero más me emocionaron las palabras que él escogió para el epitafio: "Dios nunca se equivoca" ("God never makes mistakes"). No hay que llorar por lo que se ha perdido, hay que verlo del otro lado, si fue bueno, que bueno que haya ocurrido, nada es eterno en esta vida.Dios ve cosas que nosotros no vemos, él sabe. Que en los momentos difíciles no solo nos acerquemos a él para pedir, sino para dar gracias por las cosas buenas que hemos recibido, muchas veces sin merecerlo. La enfermedad es una oportunidad para recordarlo.